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martes, 12 de septiembre de 2017

El parto

A pesar de estar cinco semanas de reposo en un hospital y con medicación por vena para evitar un parto prematuro, finalmente mi parto fue provocado. 
 
Tras darme el alta en el hospital, estuve una semana en casa sin contracciones y sin ninguna señal de que se avecinara "el gran momento"

Me dieron cita para revisión el día 36+5 de gestación y nada más llegar me dijo la ginecóloga que teníamos que ir pensando en poner fecha para finalizar el embarazo.

Los embarazos gemelares de una sola placenta deben finalizar entre la semana 36 y 38, debido a que la placenta ya no puede alimentar bien a los dos fetos.

Me hicieron la ecografía y vieron que a uno de los dos ya no le estaba llegando bien el alimento, así que me citaron al día siguiente a primera hora para provocarme el parto.

Jordi, iba a ser el primero en nacer porque estaba en posición cefálica, y luego venía la parte complicada: Marc estaba en posición trasversal. 

Así que íbamos a empezar con parto natural, para ver si había suerte y al nacer el primero, luego el segundo se ponía en posición cefálica y podía nacer de forma natural. Y sino había que hacer cesárea.

La verdad, no me hacía demasiada gracia tener que pasar por las dos cosas, pero tenía la esperanza de poder librarme de la cesárea, ya que una intervención quirúrgica por pequeña que sea siempre da respeto.

Así que me dije: "De perdidos al río, vamos con el parto natural"

Llegué a las 9:00h de la mañana y me llevaron a una sala de dilatación, donde me pusieron la occitocina, la medicación que ayuda a dilatar.

Me encontraba perfectamente, iba teniendo alguna contracción pero seguia siendo sin dolor, y poco a poco me iban subiendo la dosis de oxitocina.

La ginecóloga me recomendó que me pusiera la epidural, ya que para sacar a Marc igual tenían ellos que intervenir un poco. Yo acepté encantada ya que no me planteaba la posibilidad de no ponérmela.

Así que me dijo que nada más empezara a notar dolor que les avisara.

A las 13:00h se me rompió la bolsa de Jordi, y fue cuando a partir de ahí empecé con las contracciones dolorosas, ya estaba de parto.

Enseguida avisé y vino la ginecóloga para ver si Marc al quedarse con algo más de espacio empezaba a bajar. Se había movido un poco, pero tan apenas.

Después vino el anestesista a ponerme la epidural. Sé que hay opiniones para todos los gustos, pero yo lo tengo claro: "Bendita epidural!"

Ya con la epidural puesta me dejaron un rato para que las contracciones fueran haciendo su trabajo, y casi a las 15:00h de la tarde me llevaban a quirófano.

Seguía encontrándome perfectamente, porque no notaba ni una sola contracción, así que para que empujara me avisaba una de las ginecólogas cada vez que tenía una contracción.

Sin casi yo enterarme, a las 15:04 me convertía en mamá de Jordi, sólo me lo acercaron un momento y se lo dieron a los pediatras para que lo valoraran inmediatamente ya que al ser prematuros existía la posibilidad de que tuvieran que ser trasladados a la incubadora.

Tuve la suerte de que al salir Jordi, Marc bajó enseguida y a las 15:09, me convertía en mamá por segunda vez.

Mi marido (le dejaron entrar conmigo, con la condición de que en caso de cesárea tenía que salir) estuvo con los pediatras mientras los valoraban y al momento se acercó con los dos y me los puso encima. 





Fue la sensación más bonita del mundo a pesar de estar un poco aturdida, pero estaba muy feliz.

Por fin tenía a mis dos pequeños entre mis brazos perfectamente sanos.

Como véis fue un parto muy rápido y todo salió a la perfección.


Siempre digo que a mi me tocó sufrirlo todo antes, durante el embarazo, pero a cambio de eso tuve un parto rápido, donde no padecí nada, y sobretodo no padecieron mis hijos que nacieron perfectamente sanos, y eso era lo único que me importaba.

Parí a mis dos hijos, sin apenas enterarme, noté unas pocas contracciones con dolor, pero cuando llegaron las más intensas ya me había hecho efecto la epidural.

A partir de ahí apenas me enteré de nada, físicamente hablando.

Habrá gente que piense que me perdí la sensación de cuando tu hijo está naciendo y que eso es muy bonito, y razón no les faltará.

Pero como suelo decir: "Para gustos colores".
Yo no tenía ganas de vivir ningún parto intenso, solo quería que mis hijos nacieran lo antes posible y tenerlos por fin conmigo después de todo lo que padecí durante el embarazo, me daba igual que el parto fuera más o menos natural, quería que todo terminara rápido y así fue.

Así que para mí fue un parto perfecto.

¿Y vosotras como vivistéis vuestros partos?, ¿cómo lo afrontáis las que estáis esperando?

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